Complejo Muralístico Arquitectónico - Segundo Mural Interno

"San Martin adulto"
Vemos en el mural a
un San Martín ya maduro, de unos 30 años, separado de su familia materna,
paterna, de sus hermanos, casado con una jovencita, de traje negro y atuendos
militares por debajo, con su mano derecha cerrada al puño sobre el corazón,
como sosteniéndolo, y con su mirada lejana. Debió tener muchos sentimientos
encontrados: desprecios, aplausos, felicitaciones, rencores, se lo acusaba
despectivamente de indiano.
La otra mano
trabajada plásticamente agigantada, para empuñar la espada, su corazón le decía
mucho acerca de los sentimientos, pero a veces el deber se imponía.
Sufrió el
fallecimiento de su esposa, su hija huérfana, el abandono, dejar el país, sabía
cuál era el deber y tenía un concepto extremo de la disciplina.
Del Yapeyú natal de
piedras y muros que nunca olvidó, acá lo vemos preparando el cruce de los Andes
con los granaderos, se ve el pico de los Andes y el sol, fuente de calor,
vitalidad y fuerza.
Otro personaje
importante que se representa en el mural, es Miguel Chepoya, un guaraní que tiene el cargo de Cabo de Trompeta del Ejército de los Andes.
Se plasma en
el mural una mula con una caja de libros, porque San Martín era un gran lector, cuando llegaban a los
campamentos y los centinelas ya estaban apostados, San Martín hacia bajar sus
cajas de libros y leía a los soldados: primero literatura para calmar los
espíritus y luego libros de estrategias militares o la vida de los grandes
generales de la historia para poder planificar las estrategias a seguir.
Se ve un cañón, por
debajo de todo el mural los artistas colocan cadenas en trozos, porque San
Martín ganó la guerra llevando la libertad como estandarte.
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